El deseo de los clientes era hacer realidad el potencial que ofrecían la casa y el lugar en el que se ubica a través de nuevos balcones y terrazas. Paralelamente, también eran necesarias más luz y ventilación en las zonas centrales de los espacios inferiores. Los cambios incidieron también en la entrada de la residencia, que se encontraba en la parte posterior de la vivienda donde estaba el garaje. Así se reubicó un nuevo acceso en el centro de la edificación con una ruta directa desde la zona de aparcamiento por un pasillo lateral. El patio frontal y la entrada que daba a la calle se rediseñaron para convertirlos en un jardín más formal con una fuente y un sinuoso sendero que conduce a la entrada.
Dentro de la nueva casa, la cocina se convierte en un elemento destacado. El color juega un importante papel como un mecanismo que unifica la zona del comedor y la de servicios. Variaciones sutiles en el color de los paneles de ebanistería se combinan con Corian y acero inoxidable para enfatizar el aspecto escultórico. Lo mismo ocurre en otros espacios como las habitaciones y los baños, donde una paleta neutral de tonos y acabados sirven para conseguir una unidad armónica.
MCK es un joven equipo de arquitectos, con sede en Sidney (Australia), ganador de múltiples premios. Especializados en proyectos residenciales y comerciales, bajo una estética que se caracteriza por una proporción clásica y forma geométrica, creen que la buena arquitectura y el respeto por el medio ambiente van de la mano. En los últimos quince años, sus trabajos han sido reconocidos por el Royal Australian Institute of Architects, the Institute of Interior Designers y el Australian Design Council.
Fotografías: Willem Rethmeier
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