Los arquitectos José Antonio Molina y Marià Castelló firman la rehabilitación integral de esta vivienda de 243 m2, ubicada en el barrio de la Bonanova, en Barcelona. Se trata de una parcela de 933 m2 en la intersección de dos calles.
La misión consistía en reorganizar el programa funcional existente en la planta baja del inmueble para adaptarlo a las necesidades de una familia con cuatro hijos. El estado previo a la intervención presentaba una planta muy fragmentada, poco clara en la ordenación del programa y con espacios de relajación poco favorecidos.
La modificación de la distribución ha afectado a prácticamente el 100% de la superficie de la vivienda, pues las únicas estancias que se han conservado han sido dos baños y el núcleo de comunicaciones verticales. Todo el resto se ha reordenado gracias a la libertad que permitía el sistema estructural: un forjado reticular sobre soportes verticales de 30 x 30 cm en el que no había ningún cerramiento portante.
En la planta resultante se manifiestan con claridad dos franjas paralelas a una de las calles. La más próxima a esta calle contiene el acceso principal con un amplio vestíbulo y los tres dormitorios de los hijos, cada uno de los cuales con un baño completo anexo.
La segunda franja, de mayor superficie, contiene el núcleo de comunicaciones verticales, el dormitorio principal y la zona interior de relación de la vivienda, constituida por la cocina-estar-comedor.
Todas estas piezas disponen de contacto directo con el jardín, orientado al suroeste. La cocina está planteada para permanecer abierta y comunicada con el volumen principal, pero puede segregarse del mismo mediante un conjunto de puertas correderas.
Con el objetivo de lograr una mayor armonía y homogeneizar el sustrato original con la obra nueva, se ha utilizado una reducida paleta de materiales que, fundamentalmente, son un pavimento preexistente de madera maciza de pino debidamente restaurado. Revestimientos de yeso en tabiquería, techos y resto de cerramientos verticales. Tablero de DM hidrófugo lacado en blanco para el mobiliario encastado. Placas sintéticas de cuarzo en color blanco y vidrio laminado transparente en los baños y hormigón visto en los pilares de la estructura vertical preexistente.
Fotografías: Estudi EPDSE
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Información e imágenes facilitadas por Marià Castelló
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