El estudio japonés Mount Fuji Architects Studio es el autor de esta poco convencional casa situada en una típica área residencial al norte de Tokyo. Como al estar rodeada por otras casas era imposible hacerla crecer en horizontal, se recurrió a la naturaleza como fuente de inspiración y se hizo crecer la vivienda verticalmente gracias a una estudiada estructura en forma de árbol ubicada en su interior.
Para el desarrollo de este árbol-columna, se utilizó el sistema de coordenadas polares. Así, 32 marcos de madera con centro en el pilar principal de la casa forman una estructura radial y rotan a una distancia de 11,25º hasta llegar a 360º. A su vez, cada marco tiene 5,5 cm más de altura que el anterior hasta llegar a una diferencia de 170 cm entre el primer marco (0º) y el último (360º), creando un pequeño altillo con gran luz natural.
Este pilar, que tiene un diámetro de 110 cm, divide la casa en cuatro zonas, con un formato similar al de las casas tradicionales japonesas, aunque la división no se produce en ángulos de 90º ya que el sistema está basado en coordenadas polares.
Las características de cada una de estas zonas vienen determinadas por las variaciones de altura que introducen los marcos que se elevan en espiral. Por ejemplo, la zona con menos luz y el techo más bajo se correspondería con el área de descanso, mientras que la de techos más altos y más luminosa sería la zona de día.
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