A primera vista, la construcción no revela su gran tamaño hasta que no se camina a lo largo de la fachada Este, a través de un pequeño camino, que guía la subida hacia la entrada principal. Traspasada esta entrada, la estética de la casa da un giro inesperado y se pasa de un exterior de estilo rural a un interior minimalista, blanco, sereno y equilibrado dentro de una distribución intencionadamente pseudo laberíntica.
Dentro de la vivienda, destacan la amplia escalera central, inspirada en gran medida en la calle principal peatonal de los pueblos, los techos de varias alturas y las vastas fachadas de cristal que miran al jardín.
La vida en ella se desarrolla en cinco diferentes niveles, conectados por escaleras. En los niveles más altos se encuentran el dormitorio principal, el salón, la cocina y el salón. Para separar las diferentes áreas de la casa, los arquitectos han creado unos volúmenes de ladrillo que contienen la cocina y la chimenea.
El dormitorio principal está ubicado justo enfrente de la entrada y tiene una ventana de triple sección en sentido vertical, siguiendo el mismo estilo de todas las ventanas que dan al Este y al Oeste. Las habitaciones disfrutan de la vista de un pequeño patio privado, localizado en la esquina superior de la propiedad.
El baño principal también está situado en conexión con la escalera central. Se accede a él a través de un pequeño y estrecho pasillo con una zona de almacenamiento integrada. Para conseguir un espacio íntimo, se ha revestido y pavimentado en parte con cerámica de color negro.
Uno de los principales objetivos a la hora de diseñar la Casa Fredensborg ha sido conseguir una sensación de calma y serenidad. Esto se ha logrado reduciendo al mínimo el uso de materiales de contraste. También para adaptarse a la estética de los edificios circundantes, se ha recurrido a la utilización de materiales propios de la zona. Así que, mientras para el exterior, se ha usado baldosas y ladrillos en tono amarillo, y madera pintada de negro, en el interior pueden verse delgadas paredes sin un acabado fino, suelos de roble natural cepillado y techos blancos.
Otra cuestión importante en el diseño de la casa ha sido jugar a cómo entraría la luz natural a diferentes horas del día, para hacerla formar parte de la configuración arquitectónica. En este caso, en vez de usar ventanas de formas regulares, los arquitectos se han decantado por la utilización de diferentes formatos para conseguir ciertos efectos, dando a cada habitación su propio carácter y hasta un cierto sentimiento.
Norm Architects fue fundado en el año 2008 como un estudio de diseño multidisciplinar centrado en arquitectura residencial, interiores comerciales y diseño industrial. Sus dos responsable, Jonas Bjerre-Poulsen y Rønn Kasper, estudiaron en la Real Academia Danesa de Bellas Artes.
Fotografías: Jonas Bjerre-Poulsen